¿Qué es la función ejecutiva y cómo puedes mejorarla?
- Lucy Wallace
- 2 abr
- 7 Min. de lectura

Conoce a Lily
Lily, de trece años, cursa octavo grado. Le encanta cantar y habla sin parar sobre su grupo favorito de K-pop. Aunque es una estudiante brillante y capaz, tiene dificultades con las crecientes exigencias de su currículo, especialmente la escritura.
A Lily le cuesta empezar con sus tareas. Al encargarle la redacción de un informe de un libro, lo pospone durante días, mientras su miedo y ansiedad aumentan constantemente. Cuando por fin empieza, pasa varias horas intentando elegir el tema "adecuado". Le queda poca energía y tiempo para escribir.
Lily termina el proyecto a último momento, sabiendo que no es su mejor trabajo. Esta dura prueba la deja agotada, atrasada con otras tareas y más desanimada que nunca.
El funcionamiento ejecutivo en el proceso de escritura
En mi trabajo como tutora de escritura, he enseñado a muchos estudiantes como Lily. Sus dificultades con la escritura no se limitan a la escritura en sí, sino que se deben a problemas con el funcionamiento ejecutivo (FE), las habilidades de planificación, organización y autorregulación que nos ayudan a ejecutar tareas.
Las dificultades de escritura relacionadas con las FE pueden o no formar parte de un diagnóstico establecido, como el autismo o el TDAH. En cualquier caso, estas dificultades pueden afectar negativamente las tareas de escritura.
Afortunadamente, existen soluciones. Al añadir andamiaje y estructura a las tareas de escritura, podemos ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de expresión oral y a abordar tareas complejas con mayor eficacia. En esta publicación, compartiré seis de mis estrategias favoritas para apoyar la expresión oral durante el proceso de escritura.
Estrategia 1: Preparar el entorno para el éxito
Lily asumió que sus dificultades con el informe del libro reflejaban que era "mala escribiendo". Sin embargo, en realidad, había otros factores situacionales en juego:
Ella estaba cansada.
Ella tenía hambre.
Había tenido una discusión con su amiga después de la escuela, por lo que se sentía particularmente ansiosa y autocrítica.
Sus hermanos menores estaban jugando ruidosamente en la otra habitación, como suelen hacer los hermanos menores.
Las notificaciones seguían apareciendo en su teléfono.
Al abordar cada uno de estos factores individualmente, podemos crear un entorno más propicio para la escritura:
Obtenga suficiente comida, agua y sueño.
Identifique los momentos del día en los que usted se concentra más y menos y planifique escribir durante los momentos en los que se concentra más siempre que sea posible.
Eliminar posibles distractores, tanto físicos como electrónicos.
Sea realista con respecto a su capacidad de atención. Planifique concentrarse un máximo de 20 a 25 minutos seguidos y tome descansos frecuentes.
Utilice técnicas de relajación para reducir la ansiedad antes de escribir.
Estrategia 2: Hacer una lista de verificación.
Escribir no es una sola actividad, sino un conjunto de tareas: lluvia de ideas, borrador, organización, relectura, etc. Si no anotamos cada paso, saturarán nuestra memoria de trabajo y probablemente olvidaremos detalles importantes.
¿La respuesta? ¡Listas de verificación! Las listas de verificación son lo mejor, y quien esté a cargo de la función de listas de verificación de Google Docs se merece un gran aumento de sueldo. Si aún no te he convencido del potencial transformador de las listas de verificación, considera lo siguiente:
Las listas de verificación facilitan el inicio de tareas al ayudar a los estudiantes a determinar exactamente dónde empezar.
Facilitan la gestión del tiempo, permitiendo a los estudiantes pensar cuánto tiempo les llevará cada paso.
Podemos revisar la lista de verificación a medida que trabajamos para ver qué hemos hecho y hacia dónde ir a continuación, es decir, practicar la autosupervisión.
Las listas de verificación también ayudan a los estudiantes a priorizar. Con todas las tareas por delante, podemos identificar las más y las menos importantes.
Hay algo innegablemente satisfactorio en el acto de marcar cosas como pendientes. Te hace sentir poderoso y realizado. Al menos, a mí me pasa.
Mi lista de verificación estándar se ve así:
Recuperar y aclarar las instrucciones de la tarea.
Lluvia de ideas.
Delinear/mapear/organizar ideas.
Verifique que el esquema cumpla con los requisitos de la tarea.
Añade detalles para completar el contorno.
Yendo sección por sección, amplíe el esquema en oraciones completas.
Releer y editar.
Corregir.
¡Entregar!
Estrategia 3: Organizar todo
Científicamente hablando, el veredicto sobre la multitarea es : no funciona.
Podrías pensar que estás haciendo dos cosas a la vez, pero en realidad estás saltando de una a otra y haciendo cada una de ellas un poco menos eficientemente.
Los psicólogos llaman a esto el coste del cambio cognitivo. No tengo datos que lo respalden, pero creo que es seguro afirmar que este coste es aún mayor cuando se combinan el TDAH y los trastornos de la función ejecutiva.
Veo el coste del cambio cognitivo en tiempo real cuando el material de escritura está disperso en pestañas y documentos. Cada vez que pasamos a otra ventana, tenemos que reorientarnos y recordar lo que estamos haciendo.
A continuación le indicamos cómo minimizar el costo del cambio y mantenerse organizado:
Pon todo en un solo documento.
Juega con el tamaño de fuente para que los títulos y las ideas clave se destaquen.
Poner en negrita, cursiva o subrayar las palabras importantes.
Aparta los materiales que no estés utilizando activamente.
Codifica todo con colores.
Nota: A muchos estudiantes con TDAH (¡y algunos neurotípicos!) les resulta más fácil concentrarse cuando reciben estimulación: música, televisión, un juguete antiestrés, etc. No consideraría esto una fuente de coste de cambio mientras permanezca en segundo plano. Sin embargo, si esa fuente de información se convierte en una tarea independiente, podría desviar la atención de la actividad principal y generar un coste de cambio.
Es importante destacar que cambiar de actividad en sí no es necesariamente un problema. A algunas personas les resulta energizante y estimulante cambiar de una actividad a otra, y si esa estrategia funciona, ¡genial! Solo debemos estar atentos a los cambios involuntarios que nos quitan energía sin aportarnos ningún beneficio.
Estrategia 4: Resaltar la tarea actual.
La memoria de trabajo describe la información que mantenemos y usamos activamente. ¿Alguna vez has leído un número de teléfono en voz alta y lo has repetido mientras marcas? Eso es memoria de trabajo. ¿O has caminado por el pasillo del supermercado intentando recordar que necesitas huevos, leche y queso crema? Eso también es memoria de trabajo.
Sé que un estudiante tiene limitaciones de memoria de trabajo cuando pregunta con frecuencia: "¿Qué dijiste?". Cabe mencionar que muchas personas sin autismo ni TDAH también tienen dificultades con esto. Nuestra memoria de trabajo puede verse afectada por el estrés, la sobrecarga, la fatiga, etc.
Cuanta más información almacenamos en la memoria de trabajo, más probable es que la olvidemos. Por consiguiente, si eliminamos esa información de nuestra memoria de trabajo y la almacenamos en otro lugar, liberamos espacio para pensar y escribir. Aquí tienes algunas maneras de hacerlo:
Escriba la tarea actual en una superficie física o digital, idealmente en letras grandes y coloridas.
Utilice una nota adhesiva o una flecha para señalar aquello en lo que necesita centrarse.
Cubra los materiales irrelevantes físicamente (con papel) o digitalmente (volviendo la fuente blanca).
Estrategia 5: Establezca un temporizador.
Escribo estas palabras un jueves. Prometí terminar esta entrada para el viernes. Fue una decisión deliberada. Si hubiera planeado terminarla "en algún momento", quizá nunca lo hubiera hecho. Mi fecha límite autoimpuesta me obliga a ponerme manos a la obra y a hacerlo.
Esta estrategia también funciona a menor escala de tiempo, por eso me gusta programar temporizadores para cada paso del proceso de escritura. Además, los temporizadores ayudan a combatir la ceguera temporal relacionada con el TDAH y, como era de esperar, fomentan la gestión del tiempo.
Estrategia 6: Detenerse y reflexionar.
Siempre les hago tres preguntas a mis estudiantes durante las sesiones de tutoría:
¿Cual es el objetivo?
¿Qué hemos hecho ya?
¿Qué debemos hacer a continuación?
A corto plazo, estas indicaciones ayudan a los estudiantes a organizar su trabajo y, a largo plazo, fomentan la conciencia metacognitiva. Los estudiantes comienzan a identificar los desafíos que surgen al escribir y las estrategias que les ayudarán. También empiezan a generalizar sus habilidades, adoptando un enfoque que funcionó en un contexto y aplicándolo a otro.

Lily revisa su informe de libro con las estrategias anteriores en mente.
Prepara el ambiente. A Lily le resulta más fácil concentrarse por la mañana. Se sienta a la mesa de la cocina y evita las distracciones dejando el teléfono en la otra habitación. También se toma un descanso cada 15 minutos. Sus hermanos han acordado causar problemas de forma más silenciosa y menos disruptiva.
Haz una lista de verificación. Lily enumera los pasos de la tarea.
Revisar instrucciones
Elige un libro
Lluvia de ideas sobre el libro
Elija los puntos principales en los que centrarse
Hacer un esquema
¡Escribir!
Organízate. A continuación, Lily reúne sus materiales.
Se da cuenta de que escribió algunas ideas durante una discusión en clase, lo cual es genial: ¡ya hizo parte del trabajo!
Ella pone todo en una carpeta y usa sus elegantes resaltadores pastel para marcar su libro.
Resalte la tarea actual. Lily repasa cada paso de la lista y escribe su tarea actual en una nota adhesiva grande para estimular la memoria de trabajo.
Establece un tiempo. El temporizador de Lily la ayuda a trabajar a un ritmo eficiente y emite un agradable sonido de timbre al apagarse, en lugar del molesto pitido habitual.
Detente y reflexiona. Su mamá la anima con preguntas de autorreflexión durante todo el proceso, y cuando Lily termina, se toman unos minutos para hablar sobre cómo le fue con la tarea. Aunque Lily tuvo dificultades en algunos momentos, también tuvo muchos éxitos. Reconocer esos éxitos le da más confianza, y la próxima vez que llegue a casa con una tarea escrita, se siente lista para abordarla sola.
Acerca de Lucy: Me gradué de Stanford en 2024 con una licenciatura en psicología y estudios eslavos. Actualmente vivo en Boston y trabajo como tutora de escritura, enfocándome en apoyar a estudiantes neurodivergentes/2e. He estado involucrada en el mundo de la neurodiversidad desde que me diagnosticaron autismo a los 18 años. Espero obtener un doctorado en psicología y desarrollar intervenciones basadas en la evidencia para ayudar a los estudiantes neurodivergentes a escribir. Para consultas sobre tutorías, visita mi sitio web .